Vive en Lyon (Francia), a finales del siglo IV.
Discípulo y colaborador de san Justo, obispo de Lyon, como lector, catequista y animador de la liturgia.
Su figura no pasa desapercibida para Luis Querbes: lo propone como modelo y patrono de su nueva familia, a la que da el nombre de Clérigos Parroquiales o Catequistas de San Viator.
Lo explica así : «El sencillo Lector cumplió con su cargo instruyendo a la infancia en los primeros rudimentos de la fe, y contribuyendo al esplendor del culto con el cuidado de los altares. Tal fue el ministerio que, bajo la mirada y dirección de san Justo, ejerció san Viator. A la protección de este santo se le confía nuestra Sociedad de Catequistas, que se honra con su nombre».
Su fiesta se celebra el 21 de octubre.